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Covid: la fortuna que gasta Rusia para mantener a Putin blindado frente al coronavirus.

Y lo sigue siendo, a pesar de la relajación de las medidas contra el coronavirus en todo el mundo.

Toda persona invitada a estar en un radio de un kilómetro del líder ruso (y son decenas de personas, como médicos, personal de servicio, pilotos y muchos otros) tiene que pasar dos semanas en cuarentena.

Además, se debe someter a no menos de cuatro pruebas de covid-19, entre otros test médicos, incluyendo en algunos casos muestras de heces.

Un sistema complejo que protege la salud de Putin.

Gasto sin precedentes

«Y luego fue mi turno. Nos dimos la mano y le transmití los mejores deseos a él [Vladimir Putin] de parte de todos los veteranos de guerra de nuestra república», les dijo a medios locales un general retirado de la región rusa de Tatarstán, Akhat Yulashev, cuando regresó a casa desde Moscú.

«Me sonrió. ¡Le causó buena impresión!».

El hombre de 94 años viajó a Moscú para asistir al desfile del Día de la Victoria del 9 de mayo pasado en la famosa Plaza Roja de la ciudad. Pero debido a que se iba a acercar a Putin, primero tuvo que pasar dos semanas en cuarentena en un hotel de Moscú que describió como «lujoso».

El estado ruso ha hecho todo lo posible para proteger al presidente de la infección por coronavirus

La BBC no logró hablar personalmente con el general Yulashev, pero se cree que fue una de las alrededor de 400 personas que se pusieron en cuarentena durante 15 días en destacados hoteles de Moscú (uno de cinco estrellas y otro de cuatro estrellas) antes de un encuentro cercano con el líder ruso ese día.

ncluso con la disminución de la pandemia y el lanzamiento de varias vacunas, las medidas de protección en torno a Putin se han mantenido.

El presidente se mueve mucho más por sus residencias ahora que durante los últimos dos años, al igual que su personal de servicio y médico y todos los que entran en contacto con él.

Los datos disponibles públicamente de fuentes estatales rusas revelan que hubo un gasto de alrededor de 3.200 millones de rublos (US$54,6 millones de dólares) en proteger la salud de Putin a través de estas medidas.

Mikhail Fremderman, un médico israelí que hasta 2014 residió en Rusia, describe esto como algo sin precedentes.

«A partir de estas medidas, es imposible juzgar si el presidente ruso tiene problemas de salud graves. Lo más probable es que sean precauciones de seguridad».

Konstantin Balonov, un médico estadounidense que ha tratado a pacientes con covid-19 en estado crítico, vivió en Rusia hasta mediados de los 90. Dice que las medidas excesivas podrían estar relacionadas con los médicos del Kremlin que evitan a toda costa ser culpados.

Pruebas y más pruebas

Si bien había muchas razones para las pruebas con hisopos al principio de la pandemia, a medida que pasó el tiempo y disminuyeron los casos en Rusia, las medidas de contención entorno a Putin no se relajaron.

A pesar de que se informó que el presidente Putin había sido vacunado contra la covid-19, las pruebas para todas las personas que entran en contacto con él siguen siendo obligatorias.

También se agregaron nuevos controles, como pruebas de anticuerpos, gripe, resfriado e infección por estafilococos.

En febrero de 2022, algunos medios rusos, citando fuentes anónimas, informaron que algunos miembros del personal del Kremlin con acceso al presidente tuvieron que pasar por pruebas de heces una vez por semana.

Las fuentes públicas indican que las tripulaciones aéreas y el personal involucrado en el transporte del presidente ruso también se someten a pruebas periódicas.

En su caso, se trata de una amplia variedad de controles, desde pruebas rápidas PCR hasta pruebas de anticuerpos y muestras de heces. En total, el personal de vuelo gastó US$2,1 millones en los últimos dos años para estos test.

Solo en mayo de este año, las tripulaciones de vuelo presentaron 1.376 hisopos y 98 muestras de heces, así como 447 análisis de sangre. Un número significativo de personal pasó dos semanas en cuarentena en hoteles en las afueras de Moscú.

Un médico ruso, especialista en enfermedades infecciosas, le dijo a la BBC que este «nivel excesivo de pruebas» no puede tener un propósito médico.

«Estas pruebas están duplicando las PCR normales», dice al explicar que no se conoce que la ruta fecal influya en la infección por covid-19.

La prueba de otras infecciones y una fuerte reducción en el contacto con el mundo exterior es común para los pacientes críticos, dice el médico, pero solo cuando están a punto de someterse a una cirugía.

Para él, es probable que todo esto no se base en la ciencia médica, sino que sea un intento de los funcionarios de menor rango de «ganarse el favor de sus jefes, para demostrar que han pensado en todo».

El séquito médico

En marzo de 2021, el Kremlin anunció que Putin había sido vacunado. Más tarde se anunció que la vacuna utilizada fue la primera producida en Rusia, la Sputnik V.

Sus procesos de prueba fueron cuestionados por muchos expertos fuera de Rusia.

Tras la vacunación, Putin volvió a viajar con más frecuencia por el país, alojándose en sus residencias fuera de Moscú. En estos viajes suele estar acompañado por médicos.

La BBC supo a través de fuentes públicas que hasta cuatro médicos acompañan al presidente Putin en sus visitas a su residencia de vacaciones en el pintoresco lago Uzhyn, unos 400 kilómetros al noroeste de Moscú. Se han gastado decenas de miles de dólares en alojamiento para el personal médico.

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