Los talibanes piden a los que huyeron que vuelvan a Afganistán tras un año en el poder
Los talibanes salieron a las calles de Kabul para celebrar el primer aniversario de su regreso al poder en Afganistán. Coreaban consignas de victoria y se hacían selfies junto a la embajada de Estados Unidos.
Los fundamentalistas cumplen un año al frente de Afganistán entre acusaciones de crímenes contra los derechos humanos como la tortura, los asesinatos de represalia y los desalojos forzosos de quienes se oponen a ellos.
Han sido 365 días marcados por la falta de reconocimiento internacional debido entre otras cuestiones por la ola de restricciones impuestas por los fundamentalistas, especialmente a las mujeres. Han traído imposiciones como el burka u otras vestimentas similares que cubran por completo el rostro o las trabas al acceso al trabajo para las mujeres.
Una de las decisiones más criticadas por la comunidad internacional fue el cierre de las escuelas para las jóvenes de entre 12 y 18 años, a pesar de las promesas de reapertura de los talibanes.
El primer ministro del Gobierno interino de los talibanes, el mulá Hassan Akhund, llamó este lunes a la comunidad internacional a «reforzar sus relaciones» con Afganistán, en el primer aniversario de la toma del poder de los fundamentalistas.
«El mundo debería reforzar sus relaciones con el Emirato Islámico (como se autodenomina el Gobierno interino talibán), no somos una amenaza a ningún país, y otros países también deberían fomentar relaciones políticas y comerciales positivas con Afganistán», indicó Akhund en un comunicado.
Zarghun Ammar, talibán que trabaja para el Servicio de Inteligencia, señala: «Estamos muy contentos de haber derrotado a Estados Unidos, todos los compañeros están muy contentos. Mi mensaje a las personas que han escapado al extranjero, que son médicos e ingenieros o que trabajaban para el Gobierno anterior, es que vuelvan a su país, los brazos del Emirato Islámico están abiertos para ellos, los necesitamos.»
Aminullah Saiful Omar, talibán que trabaja en el Ministerio de Defensa, apunta: «Estoy muy contento de haber venido junto con mis amigos a celebrar la independencia y la derrota de los estadounidenses y sus esclavos, todos mis amigos están aquí, y todos estamos contentos de estar celebrando nuestra independencia frente a la embajada de Estados Unidos. Estoy tan feliz que ni siquiera puedo expresarme bien».
Sin embargo para los afganos de a pie, se ha ahondado en una profunda crisis económica. Por ejemplo, este hospital infantil carece de recursos y se está quedando sin los tan necesarios suministros médicos.
Con capacidad para 300 pacientes, 500 están hacinados en camas.
Además los talibanes siguen aislados internacionalmente, también en gran medida del flujo de ayudas. El último informe de la ONU advierte de que la continua sequía, las malas cosechas, y la inflación amenazan con aumentar la crisis de pobreza y hambre.