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El 10 de septiembre de cada año se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. El suicidio se encuentra entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial para personas de todas las edades y para el 2030 se espera que se convierta en la principal causa de muerte en el mundo.
Hablar públicamente de este mal como una problemática real ayuda a desmitificarlo y dar paso a la acción. Así lo considera la psicóloga Karem González, directora del Centro de Atención Integral Lotus, quien dice que educar y concientizar son las herramientas claves para la prevención del suicidio.
Qué hacer:
• Brindar una escucha empática.
• Mantener contacto constante aunque no invasivo.
• Educar sobre métodos de ayuda, acercándole información escrita.
• Inducir a hablar del tema con un profesional o grupos de apoyo.
• Informar a familiares y allegados.
• En situaciones de gravedad y emergencia, internamiento psiquiátrico.
Qué no se debe hacer:
• Evangelizar u obligar prácticas religiosas a la fuerza.
• Juzgar, cuestionar o invalidar sus sentimientos y la forma de ver las cosas.
• Retar o amenazar al paciente.
• Ridiculizar o exponer su situación personal frente a desconocidos o terceros no relacionados.
• Presionar al paciente a cambiar poniendo de su parte. Luchar con la salud mental no es una preferencia.
