Presidente Pedro Castillo, barrido por la ignominia de los grandes
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Una oleada de prejuicios ideológicos y políticos como alfombra ridícula, tejida por politiqueros de toda laya execrable, desde la oposición, barrió con la presidencia de Pedro Castillo Terrones, vapuleado maestro de campo, simbolizado en un lápiz, y ridiculizado sobre el lomo de un caballo con sombrero típico de copa, trotando en medio de la ancestral Lima.
¿Qué esconde la oligarquía peruana que no quiere estabilidad, sino la que le facilitan sus espurios intereses añejos?
El Perú es un gran país. Perú no es sólo Lima y sus élites de Poder. Perú es más que la Amazonia, y más que los territorios andinos. Perú, más que nada, visto desde el exterior por los grupos expoliadores, son sus recursos naturales. Sobre todo, sus minas.
De los planes del nuevo gobierno que encabezó Pedro Castillo, del que quedan los restos, los poderes trans mundiales de la desinformación siguen escondiendo la realidad.
Castillo es conocido como el maestro rural agitador de huelgas. Ah, es un izquierdista, porque no es de derecha, ni de la extrema ni de centro derecha, como llaman, ahora.
En el Perú se producen alrededor de 45 millones de barriles anuales de petróleo crudo. La selva es la región más productiva, según el Departamento de Minería Petróleo y Energía del Perú. En el Perú operan un total de 7 refinerías de petróleo a través de las cuales se obtienen diversos derivados del mismo, tales como el Gas Licuado de Petróleo (GLP), gasolinas y gasoholes de distinto octanaje, diésel, turbo y residual. Esta explotación se inició hace más de diez siglos, donde surgió el primer pozo petrolífero perforado en América del Sur.
Las diez empresas petrolíferas más importantes del Perú son: Primax, PetroPerú, Refinería La Pampilla S.A.A, Inretail Perú, Repsol Comercial-Recosac, Peruana de Combustibles, Pluspetrol Perú Corporation, Transportadora de Gas del Perú, Gas Natural de Lima y Callao, Hunt Oil Company SP y Perú LNG. Destacan los inversionistas propietarios extranjeros en estas empresas.
La derecha vende y roba
La Pampilla fue vendida en el gobierno de Alberto Fujimori por US$180 millones y hoy la quieren vender US$2,000 millones.
La minería se desarrolla en el Perú desde épocas inmemoriales, muestra de ello son las piezas de orfebrería y ornamenta que utilizaban las autoridades de las distintas culturas preincaicas.
Hasta mayo del 2021, las exportaciones mineras sumaron US$ 15,150 millones, en Perú. .
El Perú, como muchos otros vecinos de Sudamérica, es rico en depósitos naturales de minerales. Perú se mantiene como uno de los principales productores de cobre, plata y oro del mundo. Éste es aún el sector con mejor desempeño en el Perú.
Por ejemplo, Barrick Gold (bien conocida, ¿verdad?, anunció que añadiría un adicional de 640 millones de dólares a su proyecto Lagunas Norte, que aún es una de las minas de oro más grandes del mundo.
La mina de cobre Las Bambas es considerada la tercera más grande del mundo.
Este país es productor importante de plata en el mundo. Habría que preguntar a la Compañía Minera Antamina, con su producción de trece millones de onzas, y sus conexiones con el cobre, el zinc, plomo. A la Compañía de Minas Buenaventura y su producción de 13 millones de onza; a la Minera Ares, y sus doce millones de onzas de plaza y también, oro, zinc, plomo; la Volcán Compañía Minera y su producción de once millones de onzas de plata, zinc, plomo; la Minera Chinalco Perú, y sus seis millones de onzas de plata, cobre, zinc y otros derivados.
Estas mineras, entre enero-octubre del 2019, produjeron un total de 47.62 millones de onzas de plata que significa un 35% de la producción total del país que al precio actual (diciembre, 2019) de US$ 16.57/onza tiene un valor estimado de US$ 789 millones de dólares equivalentes.
Comenzaron temprano, cuando un ex congresista peruano de nombre César Combina se autoexilió con su familia viajando a España, alegando que amenazas de muerte por denunciar los presuntos actos de corrupción cometidos por Vladimir Cerrón y su partido Perú Libre, el partido que catapultó a Castillo a la presidencia peruana.
(Durante su gestión, Combina se mostró a favor de la vacancia del ex-presidente Martín Vizcarra durante los dos procesos que se dieron para ello, el segundo de los cuales terminó sacando a Vizcarra del poder, siendo uno de los 105 parlamentarios que votó a favor de la vacancia de Martín Vizcarra).
Fue parte de la cadena de sistemática oposición ideológica y doctrinaria contra Castillo, todavía siendo candidato. Vladimir Cerrón es el presidente y fundador de Perú Libre. Cerrón es un médico, neurocirujano y político, graduado en La Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, Cuba. Cerrón se confiesa de ideología Chavista.
Castillo empezó sus tropiezos antes de ser aceptado como presidente, ya que fue obligado a someterse a una segunda vuelta electoral de donde emergió su presidencia en completa crisis, por su origen, ya que viene del campo, en donde lideraba a los maestros sindicalizados y las organizaciones civiles llamadas rondas. Su activismo principal hasta llegar a la presidencia de Perú, lo desempeñó a mil kilómetros de Lima, la capital.
Pedro Castillo fue escogido presidente de Perú y tras poco más de un año, y haciendo malabares, resistió los persistentes ataques y presiones, estableciendo un récord de permanencia establecido.
La democracia le fue insuficiente para defenderse ¿de la oligarquía?
Debió enfrentar una decena de investigaciones puestas en marcha en su contra, contra relacionados y familiares, por un aparato manipulador que allí llaman “la fiscalía”. Todo el tiempo sobre el filo de una navaja, bajo presión para destituirlo o que renunciara.
Según Castillo dijo, cuando tuvo tiempo para ello, “todo estaba ocurriendo porque no hablo como ellos, porque no me siento en las mesas opulentas como ellos, porque camino junto al pueblo. Desde acá les digo que no me voy a separar de mi pueblo. Ha llegado la oportunidad de darle ingreso libre a las universidades, de declarar en emergencia e impulsar el agro nacional”. Ah, tonto. Los ricos y millonarios no comen con eso.
Los legisladores peruanos impidieron que su presidente estuviera presente en la toma de posesión de Petro, en Colombia.
Pedro Castillo siempre acusó al Congreso, la Fiscalía y los medios, de desestabilizar la democracia y pidió el apoyo popular.
Se recuerda que, los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Ecuador, Guillermo Lasso; y México, Andrés Manuel López Obrador, se han unido y convocaron a que sea defendida la democracia en Perú, en un llamado a las instituciones de ese país y a los sectores políticos, para que fortalezcan vías de diálogo para unir y consolidar la democracia, por el enorme respeto que les merece el pueblo peruano.
Ya en agosto de este año, un informe final de denuncia contra Castillo, recomendó su inhabilitación en el cargo por cinco años, por supuesta traición a la patria e infracciones a la Carta Magna, como consecuencia de declaraciones de Castillo para el posible otorgamiento de una salida al mar para Bolivia.
Cualquier interpretación que se haga de la situación peruana concluiría en que el sistema político en ese país heredó una enorme inestabilidad de la dictadura de Fujimori. Pero desde mucho antes.
Hace cinco siglos que los españoles enviados por el imperio, dirigidos por un ambicioso extraño de nombre Carlos Pizarro, cometieron el magnicidio asesinando por estrangulamiento al último líder aborigen de la civilización inca, Atahualpa. Se calcula que los españoles mataron más de cinco mil aborígenes peruanos.
Es famosa la historia que hoy se recoge en las redes rememorando que “Un fraile español le ofreció a Atahualpa un ejemplar de la Biblia, para convencerlo de que aceptara el cristianismo. Atahualpa acercó el libro a su oído y no escuchó nada. Cuando el libro no habló, lo tiró al suelo. Entonces, los españoles utilizaron esto como motivo para atacar a Atahualpa y los suyos”.
Desde entonces, ese hecho es recordado en Perú, en la Plaza de Armas de Cajamarca. En donde también se recuerda las andanzas genocidas del conquistador español Carlos Pizarro., quien también fue asesinado por sus mismos compañeros en andanzas detrás el oro peruano.
Mucho más reciente, Alan García, tras dejar la presidencia, terminó como perseguido político y en el suicidio, con el estribillo de corrupto de sombrero.
Esa inestabilidad en Perú no es asunto de ahora. Sólo en 2020, fueron destituidos tres presidentes anteriores a Castillo, en ese país.
Por la debilidad del gobernante, prácticamente en solitario, se acentuó. Pero, así, quién no.