El paso infructuoso

Por Daygorod Fabián Sánchez
Muchos Alcaldes y Directores Distritales han decidido pasar del PLD al PRM, basados según ellos en que el PLD perdió la ideología y no es el partido que Juan Bosch fundó.
En verdad estos alcaldes se van hacia el oficialismo, en su legítimo derecho, sobre la base de acuerdos económicos y de obras prometidas por el ejecutivo hacia sus comunidades. Pero estas obras con una peculiaridad: ellos deben manejar esos recursos.
Desde el punto de vista simple parecería que se suma y se debilita la oposición, pero no es así. La verdad es que muchos de esos alcaldes que pasan del PLD al PRM, ya no tienen posibilidades reales de repetir y buscan un espacio de respiro para su militancia que los hastía solicitándoles empleos, que ellos no pueden suplir debido a la estreches económica de sus gobiernos municipales.
El asunto es que cuando estos alcaldes dan el paso o hacen bajo condiciones. Una de las primeras es que les aseguren sus candidatos, sin ir a convención. Pero esto cercena el derecho que tienen candidatos originales que se partieron el lomo durante 16 años de ejercicio opositor, que ahora tendrán o no que aceptar la imposición de un extra partido.
Aceptar esa imposición es imposible, por lo que veremos a muchos traicionar a los nuevos candidatos del PRM, provenientes del PLD.
Además, el grito desesperado de la militancia que se siente excluida del tren estatal, se escuchará aún más, pues los seguidores de estos nuevos PRM son designados en puestos que no se ganaron y que en verdad corresponden a los originales del PRM.
A mi entender esa sumatoria es una resta.