Recientemente el nuevo Ministro de Educación, el señor Ángel Enrique Hernández Castillo, dijo que de nada ha valido el 4% del PIB destinado a la educación dominicana, si los niños no han aprendido a leer y escribir bien.
Sobre ese planteamiento hay mucha tela por donde cortar. La realidad es que el aprendizaje de los estudiantes es un asunto multifactorial que no depende de un solo elemento para que sea efectivo.
Otras naciones han apostado a la educación y han obtenido éxito al punto de convertirse en super potencias, naciones incluso con menos recursos que Republica Dominicana.
Nos parece que ha llegado la hora de entender que la calidad de la educación es algo más que block, varillas y cemento para edificaciones.
